La conformación de la comuna No 3 Manrique comienza en 1940 y su proceso de desarrollo se inició por el sistema de urbanización pirata, el cual se fue transformando en un desarrollo de asentamientos espontáneos; esto explica la poca relación de su conformación urbana con la morfometria del territorio.
Hasta 1932 sólo se habían desarrollado los barrios considerados como barrios obreros, entre ellos están: Pérez Triana hoy Manrique central n.º 1 y 2, Campo Valdés n.º 2 y Berlín que fueron impulsados por los denominados urbanizadores piratas, quienes de alguna u otra forma incorporaron el amarre a al malla urbana, previendo secciones viales, orientación de calles y carreras y lotes típicos.
Hasta 1949 sólo se había desarrollado aproximadamente un 10% de la zona con los barrios el Pomar, Campo Valdés n.º 2 y Manrique oriental n.º 2; para 1961 el crecimiento de la malla urbana alcanza un 40% de su territorio en donde se conformaron los barrios La Salle, Manrique Oriental y El Raizal; en 1978 se puede observar una conformación del 65%, con los barrios Las Granjas y Santa Inés; finalmente hacia 1985 los nuevos desarrollos se dan aislados ocupando áreas vacantes al interior de los barrios ya existentes.
En 1993 se amplió el perímetro urbano de la ciudad incorporando a la Comuna n.º 3 Manrique los siguientes barrios: Versalles n.º 2, La Cruz , Oriente, San José de la Cima n.º 1, San José de la Cima n.º 2 y Maria Cano Carambolas.
El crecimiento y desarrollo urbano del sector se explica entre otras razones por la gran cantidad de emigrantes atraídos por el auge industrial de 1930 y la resección de la minería. Sin embargo, otro motivo de la ocupación de estas comunas lo motivo la emigración generada por la violencia desatada en los campos después del bogotazo en 1948.
Cuando se acabaron de levantar las primeras y elegantes casas del barrio Manrique, a los constructores de la Compañía de Seguros y Urbanización sólo les quedaba un asunto por resolver: cómo agilizar el servicio de transporte de los compradores y habitantes de su exitosa urbanización, levantada en el nororiente, hasta el centro de la ciudad.
El problema lo resolvieron varios años después, de una manera aparentemente complicada, pero muy rentable. Le cedieron al municipio de Medellín una franja de tierra de 16 metros de ancho, le donaron veinte mil, y le prestaron treinta mil más, para que éste, como propietario, tendiera los rieles de una nueva línea del tranvía, además de la que ya se había inaugurado, hacia el barrio La América.
Un año después, el tranvía llegó al barrio y se convirtió en su alma, pero además en un excelente negocio para los urbanizadores, que veían cómo los precios de los lotes y propiedades subían. En total, tenían 300 mil varas cuadradas que costaron 6 centavos cada una, pero que una vez derecidos al público, subieron a 20 centavos la vara
Pero el tranvía se fue para siempre en 1951, sobrepasado por las más rápidas -aunque incómodas- líneas de autobuses, en funcionamiento desde 1930.
El nombre de Manríque se lo dio don Antonio J. Álvarez en gratitud con el médico bogotano JUAN EVANGELÍSTA MANRÍQUE quien le había prestado sus servicios profesionales a él y su familia.
Antonio J. Álvarez C. fue el promotor y principal accionista de la sociedad de URBANIZACIÓN MUTUARIA registrada el 4 de abril de 1914 en Medellín, firma constructora de los barrios Manríque, Restrepo Isaza y otros.
Se dice que Manríque nació con el tranvía; sin lugar a dudas, este medio de transporte dinamizó el desarrollo del Barrio, aunque no explica su surgimiento.